En uno de los encuentros religioso y popular más reconocidos de la región, la organización es uno de los aspectos fundamentales para llevar a cabo los festejos durante dos días. “La celebración fue evolucionando, comenzó como una fiesta familiar y hoy congrega a miles de personas”, comentó uno de los miembros de la organización, Leonardo Ávila.
“Me sumé a la organización de la celebración en honor al Señor de Mailín por una cuestión familiar, y desde chico ya estaba colaborando de alguna manera”, manifestó a El Diario de Malvinas, Leonardo Ávila. El 12 y 13 de mayo son las fechas en donde los fieles se acercarán hasta la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe para pedir y/o agradecer al Señor de los Milagros de Mailín.
En este sentido, comentó que existe “una cuestión especial con Mailín porque siempre supieron que se trató de una devoción especial y una cuestión de identidad”. Por eso, la fiesta fue creciendo y evolucionando que “comenzó como una fiesta familiar y hoy congrega a unas 30 mil personas durante el fin de semana”.
Por lo tanto, tanta participación en la celebración determinó la importancia en la organización. “Comenzaron a surgir grupos que tenían sus tareas: comida, fiesta folclórica y permisos; y en un momento creció tanto que fue necesario que la municipalidad también se involucre en el tema del ordenamiento”, contó Ávila, miembro de la organización y además encargado de Acción Católica de la Diócesis de San Miguel.
Con respecto a las expectativas para la 43mo Fiesta de Mailín, el miembro de la organización dijo que siempre se pide que “sea tranquila, que no llueva, no haya problemas en la calle y que no falte nada”. Pero primordialmente: “Que la gente encuentre lo que viene a buscar: un consuelo, paz, encontrarse con sus familiares, encontrar música, etc.”
Por otro lado, Leonardo Ávila expresó que para él “todos los años son especiales” por las personas que se fueron y dejaron su legado. De esta manera, consideró esta cuestión como generacional: “Mi papá y mi tío abuelo trabajaron por esta Fiesta, y hoy me siento también un hijo que trabaja con otros hijos”.