Una vez más el centro de Los Polvorines intentó ser el lugar en dónde la oposición no puede hacer campaña por sus candidato. El hecho ocurrió ayer por la tarde cuando un grupo de vecinas militantes que apoyan la candidatura de Leo Nardini realizaban un evento cultural fueron agredidas por los agentes de tránsito a cargo del intendente Jesús Cariglino.
La policía de tránsito municipal le impidió a las mujeres militantes la libre circulación del micro que los transportaba luego de desarrollar un espectáculo infantil gratuito para los niños y niñas con motivo de las vacaciones de invierno, propuesta cultural a cargo del candidato kirchnerista, quien crece en popularidad e intención de votos en el distrito poniendo en jaque el poder hegemónico del actual jefe comunal. Los gritos de las mujeres en pedido de ayuda contra el abuso de poder y la solidaridad de los vecinos que circulaban por el lugar permitieron que, luego de varios minutos, la policía de tránsito municipal desistiera su actitud y permitiese que los ciudadanos retomen su viaje.
Este hecho de violencia ya tiene dos precedentes cuando, la semana pasada, un grupo de mujeres que repartían volantes con la inscripción “Scioli presidente, Leo Nardini intendente” fue amenazada, obligándolas a retirarse del centro de Los Polvorines; y el robo y la agresión que sufrió un grupo de izquierda cuando repartían material gráfico de su propuesta de gestión en la vía pública, también en la Ciudad de Los Polvorines.
Además, cuando ocurría este hecho se acercó un hombre que tenía una campera de color rojo que las militantes señalaron como uno de los denunciados y de haber participado de las anteriores amenazas en esta misma localidad. Este hombre se acercó de modo intimidante y se alejó de la situación para hacer llamados desde un teléfono celular.
Son conocidos los mecanismos de agresión, “apriete” y amenazas con armas que los “seguidores” de Cariglino ejercen sobre cualquier alternativa política que se presente en el distrito; un terrible daño al ejercicio de la democracia que pasó a ser el “modus operandi” del actual intendente. Cuando el consenso para gobernar se pierde, se recurre a la violencia física o institucional. Esto está pasando en Malvinas Argentinas.
