Acompañado por el Presidente de la Nación, Alberto Fernández; y la Vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, Axel Kicillof juró como Gobernador de la provincia de Buenos Aires. De la misma manera, Verónica Magario juró como Vicepresidenta provincial.
Las primeras palabras de Kicillof fue “comprometerse a reconstruir la provincia de Buenos Aires”. “Hoy es el primer día de una etapa diferente porque vamos a transformar la provincia de manera democrática y pacíficamente”, dijo.
Con respecto al resultado de las elecciones del 27 de octubre comentó que muchas personas se sorprendieron por la victoria de la oposición, pero el gobernador invitó a reflexionar el 52 por ciento de los votos obtenido por la lista del Frente de Todos. “El resultado es la expresión de la voluntad popular, que expresa el malestar, el rechazo a la situación económica y a una lógica política pero también el apoyo y la adhesión a una unidad de los y las bonaerenses”, manifestó.
Kicillof pidió que “la provincia vuelva hacer productiva, solidaria y no especulativa”. Luego realizó un repaso de lo que dejó el gobierno saliente; por eso, se refirió a las deudas económicas que dejó la administración a cargo de Maria Eugenia Vidal. “Tenemos una emergencia financiera. La deuda creció de 9.362 millones a 11.362 millones de dólares en cuatro años.”, señaló.
Por otro lado, mencionó sobre la actual situación social y marcó que casi el 40 por ciento de los niños y niñas asisten a comedores. En este sentido, afirmó: “La mejor política es dar trabajo para terminar con la necesidad y vulnerabilidad”.
Además, mencionó que “en cuatro años cerraron 3.300 PyMEs industriales y 9.500 comercios”. “No son números, son personas, es gente de carne y hueso”, sostuvo. “Hay que embarrarse, estar, acompañar, contener, ayudar y proteger al tejido productivo”, subrayó Kicillof, quien rindió “homenaje a los empresarios de pequeñas y medianas empresas que sobrevivieron pese a la dificultad, con creatividad, hermanados con los que trabajan con ellos”.
Durante su discurso que duró un poco más de una hora, Kicillof mencionó sobre la educación y la seguridad en la provincia; además del futuro tratamiento del proyecto del presupuesto que enviaría luego de que sea tratado en el Congreso de la Nación. También reconoció sobre el esfuerzo y militancia de los intendentes.
Por último, recordó sobre las tarifas programadas para enero, que impactaría en una suba del 25 por ciento en los servicios. Y prometió: “No vengo a cargar las tintas pero saben que después del resultado se decretó para los primeros días de enero un aumento del 50 por ciento de la distribución, que representaría un aumento del 25 por ciento de las tarifas en todos los hogares. Quiero decir que ese aumento lo vamos a dejar sin efecto”. “Si una tarifa no puede ser pagada por un jubilado, no es tarifa, es un saqueo”, afirmó.