En el marco de la Noche de las Universidades la editorial universitaria EDUNPAZ celebró la publicación de sus primeros 100 libros y 100 publicaciones periódicas con el lanzamiento de “La imaginación científica popular. Paradigmas de los ’50 en El Eternauta y otras historias de Oesterheld”, título compilado por Horacio Moreno que reunió a prestigiosos escritores apasionados por las historias de esta obra cumbre de la ciencia ficción publicada en nuestro país entre 1957 y 1959.
La presentación estuvo a cargo de Horacio Moreno, Marcelo Figueras (prologuista del libro), Juan Sasturain, Soledad Quereilhac, Hernán Comastri y Carlos Pérez Rasetti, quienes formaron parte de este libro que revisita el universo literario creado por Oesterheld y su personaje principal Juan Salvo, más conocido como El Eternauta.
A más de 60 años de la publicación original, el libro de EDUNPAZ reúne artículos académicos y ensayos publicados en diversos medios sobre esta obra maestra de la historieta, además de algunos trabajos inéditos. También registra los debates acerca de la ciencia y la tecnología en el imaginario popular inspirados en este héroe.
El compilador e impulsor de la idea que dio origen al libro, Horacio Moreno, expresó que se trató de “un homenaje a Héctor Germán Oesterheld, por ser el autor de esa y tantas otras historias en las que, además de quedar muy en evidencia su pensamiento humanista a ultranza, se pueden rastrear las heridas y las cicatrices de una noche que comenzó en junio de 1955 y que, pese a algunos pocos años luminosos, cada vez se pone más oscura”.
En la presentación, Figueras destacó que el hecho de que “tanta gente brillante (como las/os autoras/es que reúne el libro) haya querido reflexionar y encontrar líneas de conexión directas entre la producción de una historieta popular de hace tantas décadas con el presente mundial y particularmente con el presente argentino, habla del poder de una obra que yo creo que es de las obras centrales de la literatura argentina”.
Por su parte, Sasturain se refirió al contexto histórico y cultural en el que fue publicada la historieta. “Yo fui pibe en los años 50 y el domicilio de la aventura para nosotros era el kiosco, somos carne de kiosco no de librería; los libros en la biblioteca del aula estaban forrados en una vitrina, nunca supo nadie qué había adentro, cuando los maestros hablaban de algún escritor aparecía siempre un señor con bigotes que estaba muerto, obviamente no había ninguna posibilidad de que el acceso a la ficción fuera estimulante”, relató.
A continuación, Soledad Quereilhac, señaló que una de los puntos centrales para comprender el éxito que tuvo la historieta es su geolocalización, es decir, que la historia transcurra en la ciudad de Buenos Aires. “No sé si notaron que las invasiones extraterrestres siempre llegan a Estados Unidos -dijo Quereilhac- la idea de que sitúe en una una ciudad reconocible es una de las claves para que volvamos a esta lectura no solo por un interés intelectual sino emocional; es una historia que nos identifica, que sentimos en clave de nacionalismo cultural”.
Entre tanto, Hernán Comastri analizó la serie Bull Rocket -otra de las historietas de Oesterheld- y su particular aproximación a la divulgación científica y tecnológica en la Argentina de las décadas del cuarenta y cincuenta.
Hacia el cierre, Pérez Rasetti, señaló que “toda invasión alienígena es una guerra asimétrica en la que hay tecnologías desproporcionadamente disímiles; una tecnología artesanal, escolar, y una sustitución de tecnología importada contra una que no tiene origen que es todo diseño, es decir que no tiene a sus creadores representados en el producto”.
Fuente: Prensa UNPAZ