Luego del anuncio del Frente de Unidad Docente de la provincia sobre el no inicio de clases a partir de mañana y durante 72 horas, desde el gobierno provincial, el ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria. Ante esta medida, “la junta Ejecutiva de Confederación de Trabajadores de la Educación resolvió declarar los días lunes 30 y martes 31 de julio a una jornada nacional de protesta”.
A través de un comunicado la confederación manifestó que se llevarán a cabo dos jornadas de protestas en distintas provincias del país: Chaco, Tierra de Fuego, Buenos Aires, Santa Cruz, entre otras. La causa de la decisión fue por una pronta “resolución de los conflictos” que se viven en las provincias mencionadas.
Además, enumeraron: “Reclamar al Gobierno Nacional la urgente convocatoria a la Paritaria Nacional Docente, nueva Ley de Financiamiento educativo; exigir el cese de la persecución y estigmatización a las organizaciones sindicales y sus dirigentes”. En este marco, desde CTERA declaró “el estado de alerta y movilización, y convocará a su Congreso para decidir la continuidad de las medidas a seguir ante estos ajustes a la educación pública”.
Y finalizó: “Los docentes no estamos dispuestos a resignar conquistas conseguidas con la lucha del conjunto de la comunidad educativa a lo largo de los últimos años”.