La máxima pena recayó sobre Gustavo Ariel “El Gordo” Pascali (34) y César Eduardo Belizán (39) como coautores de los delitos de “privación ilegal de la libertad agravada y homicidio calificado por haber sido cometido por dos o más personas” de Giannina Beatriz Violante de 18 años.
Este fue el segundo juicio por este asesinato, ya que en 2015 un muchacho fue condenado a 30 años de cárcel por el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil debido a que al momento del hecho era un adolescente de 17 años.
El último debate oral fue realizado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6, presidido por Javier Pablo Antonucci e integrado por los jueces Julio César Di Giorgio y María Valentina Olmedo.
Los magistrados coincidieron con el pedido del fiscal Ricardo Romero y de los abogados Alberto Palacio y Adoración Gutiérrez, ambos de la Comisión de Asistencia a la Víctima del Colegio de Abogados de San Martín que representaron a Nilda López, madre de Giannina, quien era su única hija.
“Hay que resaltar el coraje de los testigos que declararon contra estos vendedores de drogas en un barrio humilde”, dijo la letrada.
La abogada aseguró que durante los juicios se comprobó que los dos hombres y tres hermanos menores participaron en el crimen de Giannina, quien tenía problemas de adicción a las drogas.
No obstante, dos de los hermanos fueron sobreseídos porque tenían 13 y 15 años, por lo que no fueron juzgados dado que eran inimputables.
El 13 de febrero de 2010 la chica fue vista por última vez por su familia cuando salió de su casa situada en Villa de Mayo rumbo a Don Torcuato para encontrarse con unas amigas pero jamás volvió, tras lo cual su familia hizo la denuncia por “averiguación de paradero”.
Tres días más tarde su cadáver fue encontrado seccionado en tres bolsas de residuos, en el cruce de las calles Pedro Goyena y Alberdi de la localidad de Muñíz, antes de ser levantado por el camión recolector y compactado.
Las fuentes agregaron que en ambos juicios quedó demostrado que la mantuvieron retenida en una vivienda del asentamiento La Canchita, en la localidad de Ingeniero Adolfo Sourdeaux, indicada como un lugar de venta de drogas y desguace de autos robados.
De acuerdo a los peritos que declararon durante el debate oral, la chica fue golpeada por los homicidas y tras quedar inconsciente su cuerpo fue seccionado con una amoladora con la que desguazaban autos.
Según los expertos, la joven aún estaba viva y por eso, en la autopsia se determinó que murió en ese momento ya que cuando hicieron el segundo corte ella no tenía signos vitales.
En principio, los investigadores siguieron la pista de un hombre que la acosaba, pero como no prosperó se ofreció una recompensa desde el ministerio de Seguridad bonaerense de entre 20.000 y 70.000 pesos, aunque tampoco hubo avances.
La causa comenzó a dilucidarse cuando un testigo protegido aportó el dato clave sobre la participación de tres hermanos, junto a otros dos hombres de ese mismo barrio, que conformaban una banda dedicada a la venta de drogas.
Con esa información, los pesquisas primero detuvieron a los hermanos pero dos de ellos quedaron desligados por su edad, mientras que los mayores estuvieron prófugos hasta que los capturaron tras una serie de allanamientos en la zona.
Fuente: TELAM